miércoles, 25 de noviembre de 2009

Cuentos sobre 4 escarabajos de Liverpool


Veintidós autores que indagan en el universo de The Beatles son reunidos en una antología.

(El Telégrafo, Ecuador, 24-11-2009)

Varias de las historias que rodean a los cuatro ‘escarabajos’ más famosos de la música (John Lennon, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison) bien podrían figurar en una antología de literatura de ciencia ficción. Teorías de conspiraciones como la sustitución de un fallecido McCartney por un doble idéntico, o que Mark Chapman silenció a Lennon por encargo del FBI, forman parte de ese fenómeno cultural sesentero llamado The Beatles, que ahora será nutrido con la presentación de un libro de cuentos que giran alrededor de la figura de la banda británica.

22 escarabajos, antología hispánica del cuento beatle es el título de la obra, que edita la firma madrileña Páginas de espuma. El antologador es el español Mario Cuenca Sandoval y los autores van desde narradores reconocidos internacionalmente, como el argentino Andrés Neuman, hasta cuentistas noveles como el guayaquileño Miguel Antonio Chávez.

El libro estará disponible en España desde el 7 de diciembre y -según Chávez- llegaría a Ecuador a principios del próximo año. En la web de la editorial se indica que lo que hacen los “22 escarabajos” que figuran en la recopilación es revisar el universo de los “fab four” y tomarlo como material ficcionable y como mito contemporáneo.

Asimismo, se aclara que no solo los integrantes de la banda desfilan por las páginas del ejemplar, sino también personajes relacionados con ellos, como Brian Epstein, manager del cuarteto; George Martin, productor de la mayor parte de su discografía; Yoko Ono, artista japonesa y esposa de Lennon; y otros más oscuros como Charles Manson, criminal estadounidense que interpretó algunos de sus temas.

Los géneros son variados. Hay relatos negros, cuentos fantásticos, ciencia ficción, falsos reportajes y otras tendencias que toman escenarios como The Cavern, club de Liverpool en el que Epstein conoció a The Beatles; Strawberry fields, zona de Central Park (Nueva York), nombrada así en honor a Lennon; o la legendaria calle londinense Abbey Road.

El libro está dividido en tres partes. La primera se llama Yesterday (título también de una popular canción) e incluye relatos como Las notas vicarias, del español Hipólito Navarro; Rock in the Andes, del peruano Fernando Iwasaki y, entre otros, Café anacrónico, de Miguel Antonio Chávez. Su relato toma la portada del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band y explica su proceso de elaboración, de forma alejada a cualquier pensamiento convencional, por supuesto.

El segundo segmento, Beatles posmodernos, contiene las narraciones Little frog, little frog, de la madrileña Pilar Abdón; El Stage y la revolución, del mexicano Xavier Velasco; El beatle final, del argentino Leopoldo Marechal y otras cuatro historias más.

La parcela final lleva el título de una de las más enigmáticas canciones de los músicos de Liverpool: Yo soy la morsa (I am the walrus). Ahí aparecen los relatos Cómo maté a John Lennon, de Andrés Neuman; Double fantasy, de Salvador Luis (Perú); Jet-lag 68, de Esther García Llovet (España), entre otros.

Luis Alfredo Medina lmedina@telegrafo.com.ec Reportero - Guayaquil

sábado, 21 de noviembre de 2009

All you need is... literatura


Se publica una antología con 22 cuentos protagonizados por los Beatles
A partir de7 de diciembre en tu librería


Madrid-.Ningún fenómeno de la cultura popular ha generado un aluvión de mitos secundarios y leyendas urbanas semejante a los Beatles: desde la presunta muerte de Paul McCartney y su sustitución por un doble exacto llamado William Campbell a la leyenda que situaba a Chapman, el asesino de Lennon, como un instrumento del FBI. En esta antología, veintidós narradores hispánicos de la hasta ahora secreta comunidad beatleliana se atraven a revisar el universo de los Fab Four, tomándolo como materia ficcionable y como mito contemporáneo.

¿Por qué una antología protagonizada por los Beatles? Los mitos son realidades que prometen adaptarse, siempre, al porvenir. Porque su territorio natural es el porvenir o, si se quiere, los porvenires, las distintas direcciones del mañana. Y los Beatles son un mito porque han sido capaces de susurrar al oído de varias generaciones. Por estas páginas desfilan, además de los Fab Four, Brian Epstein, George Martin, Yoko Ono, Marc David Chapman, Charles Manson, Peter Fonda, el Dr. Robert…; se atraviesan múltiples géneros: la ciencia-ficción, el cuento fantástico, el cuento de terror, el retablo barroco-pop, el (falso) reportaje periodístico, el cuento fantástico, dístico, el (falso) web-log, el relato negro…; se recorren los escenarios primordiales de la vida de los cuatro de Liverpool: The Cavern, Abbey Road, Strawberry Fields, Penny Lane… Los límites del universo beatle son, desde luego, harto más amplios que los de estas páginas, pero en ellas queda demostrado que los Beatles son un pozo inagotable de ins-piración literaria..


Esta selección, preparada por Mario Cuenca Sandoval, reúne cuentos de Pilar Adón, Leonardo Aguirre, Miguel Antonio Chávez, Mario Cuenca Sandoval, Maurice Echeverría, Patricia Esteban Erlés, Javier Fernández, Marcelo Figueras, Rodrigo Fresán, Esther Garía Llovet, Salvador Gutiérrez Solís, Fernando Iwasaki, Eduardo del Llano, Salvador Luis, Leopoldo Marechal, Hipólito G. Navarro, Andrés Neuman, Raúl Pérez Cobo, Care Santos, Roberto Valencia, Xavier Velasco e Iban Zaldua.


Prensa

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22 Escarabajos. Antología del cuento hispánico Beatle
AA:VV.
Edición de Mario Cuenca Sandoval
Editorial Páginas de Espuma
Colección Narrativa Breve, volumen 21
320 pp. 24 x 15 cm.
ISBN: 978-84-8393-038-0
PVP: 16,00 con IVA

viernes, 13 de noviembre de 2009

Instrucciones para ser un beatlecabronete, de Salvador Luis


Como la vida no suele ser justa para quienes no componemos canciones (y he aquí el dilema absoluto, la mentada falta de composición en todo lo que pueda tenerla, desde las begonias de mi abuela Atala hasta las botellitas de vidrio azul que quebré a los cinco años jugando con el Fido hasta mi pie derecho que tiene la desdicha de ser un poco panzón a la altura del meñique, lo que me da un paso rococó que alguna de mis primas bigotonas ha llamado “de pingüino”), pues aquí me tiene: Severio –no Severo– Díaz Malpartida Uchurajay, con perdón, para decirle cómo es que un cualquiera como usted (eso he dicho, un cualquiera, y no se haga el tonto porque para tontos ya tengo suficiente con el atarantado que escribe esta chorrada) puede armarse de valentía y estupidez al cubo y tentar a la suerte (si es que le queda algo de eso, que yo la verdad ni en feria me la saco) y convertirse en un Beatle cabronete. Pues venga.
En primer lugar, un Beatle cabronete debe llamarse como la constitución manda, es decir: nada de Ringo ni nombrecitos gangosos de los que más tarde uno puede arrepentirse, tan sólo John o Paul o George, y paramos de contar porque el quinto Beatle aquel es un mito impulsado por una multinacional cervecera que quiere convertirnos a todos en autómatas y así tomar posesión del gobierno más poderoso del mundo (por cierto, si el tono de mi parlamento cambia de cuando en cuando es porque el atarantado que ha firmado esto no sabe lo que hace, eso es lo que pasa cuando alguien va a un taller de cuento sólo porque la profesora tiene buenas piernas o un culo que a la luz del día parece la boquita de Brigitte Bardot diciendo: “popo pipi pupapopapi”).
Decía que lo primero es el nombre y lo segundo la peluca. Un buen peinado constituye el pilar fundamental de un Beatle cabronete y le asegurará que morenas o rubias de coeficiente intelectual -88, la crema y nata de las fanáticas, se acerquen a usted sin que tenga que hacer esfuerzos en el campo de los perfumes orientales o las bañeras. Si usted quiere de verdad convertirse en un Beatle cabronete, me hará caso. No dude, mi cabronete, no tiemble ni por la mañana ni por la tarde, ni se olvide de lo que Lucas dijo cuando la Tota le pidió que bajara a comprar una caja de fósforos: “Voy a tener que irme porque resulta que la Tota…”, ay, pero luego, luego el gordo Muzzio y el viejo Olivetti y el sector masculino de la familia Salinsky y el petiso Salinsky y la Tota (como la Tota de Porcel) esperando como una babosa. Y si no se ha dado cuenta todavía, eran sólo dos las instrucciones, cabronete: una sobre los nombrecitos y la otra sobre los pelos. ¿Que no tiene sentido? Pues usted tampoco lo tiene, aspirante a cabronete. No, no. Y para hacerlo más cutre aún:

P.S. I love you.
Y love me do.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Organigrama de Hey, Jude


Una joya que encontró Esther García Llovet por esos mares de Dios.